El pistacho es un fruto seco de pequeño tamaño, alargado con una cáscara dura, delgada y de color marrón claro. La parte comestible es verde-amarillenta y tierna.
El pistacho es un fruto de gran categoría y es muy apreciado tanto para su consumo en fresco como para la industria.
Tradicionalmente, el pistacho se consume tostado y salado con cáscara en aperitivo, pero cada vez más es demandado sin tostar y en grano, que hasta ahora solo se empleaba como ingrediente en muchos platos, en confitería y charcutería. Del pistacho en grano se elaboran sabrosos helados y se obtiene un aceite de pistacho muy dulce. Actualmente se están descubriendo cada vez más aplicaciones como ingrediente de algunos medicamentos con acción digestiva y en el mundo de la cosmética.
Los pistachos con cáscara pueden conservarse congelados durante meses, aunque pueden perder aroma y si están pelados, se recomienda refrigerarlos, aunque el tiempo de conservación es menor en este caso.
Se ha demostrado que el consumo de pistachos puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer. También pueden ayudar a reducir el colesterol y mejorar la salud del corazón.
A pesar de que los pistachos son altos en calorías, pueden ser una buena opción para ayudar en la pérdida de peso debido a su alto contenido de fibra y proteína, lo que te ayuda a sentirte lleno por más tiempo.
Los pistachos son una buena fuente de fibra, lo que ayuda a promover una buena digestión y regularidad intestinal. También son pistachos son ricos en luteína y zeaxantina, antioxidantes que se ha demostrado que mejoran la salud ocular y reducen el riesgo de degeneración macular relacionada con la edad.